sábado, 3 de noviembre de 2012

Agridulce rancio




Soy pálida y pecosa
eso no me impide transformarme.
Por el día prefiero ser gris,
mitad negra mitad blanca,
gris, seria y sonriente.

En las tardes, entre amigos, me vuelvo rosa
tan rosa como la sonrisa de una jovencita luego de un beso,
para forzarme de azul en noches amarillas
y colarme en las esquinas de cientos de ojos ajenos.
Todos con pupilas ulcerosas.

Siempre inolora y apestosa al mismo tiempo,
así mismo, todo junto, mezclado.
Y mi sabor agridulce.
Un agridulce rancio...

Me aman y me odian,
con todo y los pies sucios.

1 comentario:

Noel Ernesto dijo...

nice! me gusto mucho